Todo el que haya vivido un tiempo en Zaragoza sabe perfectamente que en esta ciudad existe una esquina lenta. Un lugar muy céntrico en el que la disposición de los edificios provoca una peculiar concentración del viento que casi impide caminar, que frena radicalmente los pasos del viandante, dando la impresión de que en ese pedazo de acera el tiempo se estira extraordinariamente, se roza la eternidad.

sábado, 25 de noviembre de 2023

El viejo blog recuperado

Por lo que parece, a los treinta y tantos yo tenía tan poco espíritu práctico como ahora y, durante cinco años, entre 2008 y 2012, dediqué buena parte de mi tiempo libre a estudiar las religiones de Río de Janeiro y a subir textos a un blog llamado Cuaderno de religión. Mi intención original era hacer trabajo periodístico, una especie de gran reportaje por entregas que incluiría visitas a templos, entrevistas, reseñas e incluso periodismo encubierto, de aventura. Quería hacer algo parecido a viajar. Con el paso del tiempo, ante lo que de hecho iba saliendo, escribí lo siguiente en la descripción del blog:


"Observatorio de religiones. Peregrinaje de clausura. Reflexiones de gabinete. Acopio de apuntes destartalados. Avituallamiento. Preparación para la partida. Promesa pública de un gran reportaje sobre las religiones en Río de Janeiro. Indefinidamente postergado y suplantado, por estas notas azarosas y dispersas, como salpicaduras, con aspiraciones de constelación, o de red neuronal, cuando menos".


Creía que el blog se había perdido para siempre porque no había manera de encontrarlo con los buscadores al uso, era invisible ante los poderosos ojos de Google, pero, ahora que me estoy planteando abrir un nuevo blog, he redescubierto un poco por casualidad un enlace que, como un estrecho pasadizo, lleva al viejo Cuaderno. Ahí sigue, en una zona opaca de Internet, en un archivo muerto al que posiblemente no ha accedido nadie en la última década. Ayer estuve releyendo estos viejos textos, y no están mal, con lo que he decidido ir trasvasándolos poco a poco a un nuevo blog. Tal vez no todos. Cuando termine, quizás me anime a escribir textos nuevos sobre la interesante diversidad religiosa de mi nueva ciudad: Foz de Iguazú.

Al nuevo Cuaderno de religión se va por aquí.