Todo el que haya vivido un tiempo en Zaragoza sabe perfectamente que en esta ciudad existe una esquina lenta. Un lugar muy céntrico en el que la disposición de los edificios provoca una peculiar concentración del viento que casi impide caminar, que frena radicalmente los pasos del viandante, dando la impresión de que en ese pedazo de acera el tiempo se estira extraordinariamente, se roza la eternidad.

domingo, 12 de febrero de 2017

Resurrección de un blog


Ahora que se acerca la publicación de un nuevo libro, conviene reanimar este blog, despertarlo de su largo letargo, y ponerlo a hacer gimnasia.
Los que tengan un blog sabrán que los gráficos de visitas se parecen mucho a un electrocardiograma, todo lleno de picos. Pues bien, cualquier médico que observase el electrocardiograma de este blog durante los últimos meses diría que la situación se mostraba, cuando menos, preocupante: un latido aquí, y otro allá, tres latidos el domingo, ninguno el lunes ni el martes... El doctor, con el estetoscopio sobre la pantalla, debería de contar con una enorme paciencia y no poca fe para captar alguna señal de vida y no declarar difunto al blog.
Algunos yoguis, dicen, consiguen ralentizar prodigiosamente sus funciones vitales de manera que parecen muertos. Entendamos, pues, que este blog se ha pasado los dos últimos años en la posición del loto, cubriéndose de polvo. Una estatua perdida en un planeta desierto adonde apenas han llegado algunas sondas espaciales rusas para tomar algunas muestras y darse el piro.
Este blog fue creado para acompañar la andadura del libro Incumplir los años, pero se ve que con la falta de novedades acabó quedándose roque. Ahora toca contarle al blog todo lo que ha ocurrido con su libro mientras él dormía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario