Todo el que haya vivido un tiempo en Zaragoza sabe perfectamente que en esta ciudad existe una esquina lenta. Un lugar muy céntrico en el que la disposición de los edificios provoca una peculiar concentración del viento que casi impide caminar, que frena radicalmente los pasos del viandante, dando la impresión de que en ese pedazo de acera el tiempo se estira extraordinariamente, se roza la eternidad.

domingo, 9 de diciembre de 2018

Greguerías de diciembre


El anciano poeta tiene rostro de poema rescatado de la papelera.


En la cafetería, las tazas estiraban curiosas su única oreja.


¡Con qué asombrosa rapidez cicatriza el cielo en días de tormenta!


Los verdaderos filósofos deberían retratarse con fondo de estantes vacíos.


¿Por qué se exige una edad mínima para participar en unas elecciones si al final todos votamos como si tuviéramos cuatro años?


Pajaritos minúsculos en el bonsai.


Tapamos las moscas muertas con diminutas sábanas blancas.

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