Todo el que haya vivido un tiempo en Zaragoza sabe perfectamente que en esta ciudad existe una esquina lenta. Un lugar muy céntrico en el que la disposición de los edificios provoca una peculiar concentración del viento que casi impide caminar, que frena radicalmente los pasos del viandante, dando la impresión de que en ese pedazo de acera el tiempo se estira extraordinariamente, se roza la eternidad.

sábado, 18 de abril de 2020

Greguerías recientes



Si un día abres la caja de cerillas y, sorprendentemente, casi no quedan, es porque escaparon volando, transformadas en libélulas.

Un poema hermético como un tupper.

Allá donde se para un coche de policía, con sus luces giratorias de colores, se instala una atracción de feria para alegría de niños y mayores.

Los autores de aforismos, más que a una voz propia, aspiran a tener un silencio propio.

Vivo en la zona más salvaje de mi cuarto.

Cada palabra nueva que aprendemos nos separa un punto de Dios.






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