Todo el que haya vivido un tiempo en Zaragoza sabe perfectamente que en esta ciudad existe una esquina lenta. Un lugar muy céntrico en el que la disposición de los edificios provoca una peculiar concentración del viento que casi impide caminar, que frena radicalmente los pasos del viandante, dando la impresión de que en ese pedazo de acera el tiempo se estira extraordinariamente, se roza la eternidad.

jueves, 9 de enero de 2020

Greguerías a la pastilla de jabón



Se ha repetido mucho que lo único que separa al ser humano del delfín es que el primero dispone de un pulgar oponible y un peculiar aparato fonador. Lo que yo afirmo ahora es que lo único que separa a un ser humano de una pastilla de jabón es la absoluta incapacidad de esta última para moverse y emitir sonidos, lo que no impide que haya pastillas de jabón con un coeficiente intelectual superior al de otras.


La pastilla de jabón no va, se ha estropeado.


Todavía existe un lugar misterioso al que no ha llegado ningún ser humano: el centro de la pastilla de jabón.


Organización: en un supermercado, poner la cerveza con los jabones, pues ambos son productos con espuma.


Un lugar donde recogerse y dirigirle una oración sentida a la pastilla de jabón.



No hay comentarios:

Publicar un comentario