Todo el que haya vivido un tiempo en Zaragoza sabe perfectamente que en esta ciudad existe una esquina lenta. Un lugar muy céntrico en el que la disposición de los edificios provoca una peculiar concentración del viento que casi impide caminar, que frena radicalmente los pasos del viandante, dando la impresión de que en ese pedazo de acera el tiempo se estira extraordinariamente, se roza la eternidad.

martes, 30 de mayo de 2017

Límite de la mano


Hablaba el otro día con Flávia del fascinante aprendizaje de los bebés de los límites de su cuerpo. Esta mano que ahora puedo ver se mueve un poco a lo loco a partir de una especie de mandatos que me salen. Prodigiosos los niños, que aprenden a manejar el cuerpo sin manual de instrucciones. Los bebés que no aprenden correctamente que en la punta de sus dedos termina su cuerpo, pueden padecer de telekinesis, que consiste en mover objetos a distancia.

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