Todo el que haya vivido un tiempo en Zaragoza sabe perfectamente que en esta ciudad existe una esquina lenta. Un lugar muy céntrico en el que la disposición de los edificios provoca una peculiar concentración del viento que casi impide caminar, que frena radicalmente los pasos del viandante, dando la impresión de que en ese pedazo de acera el tiempo se estira extraordinariamente, se roza la eternidad.

viernes, 19 de mayo de 2017

Sobre el léxico primitivo


En el concierto, la canción mágica llega a su fin, y se hace el silencio. El público parece despertar, con algo maravilloso e innombrable rebullendo aún en su interior. Ante la imposibilidad de expresar con palabras esta sensación, muchos aúllan como primates. Posiblemente sea este aullido el nombre más antiguo de la belleza.

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