Todo el que haya vivido un tiempo en Zaragoza sabe perfectamente que en esta ciudad existe una esquina lenta. Un lugar muy céntrico en el que la disposición de los edificios provoca una peculiar concentración del viento que casi impide caminar, que frena radicalmente los pasos del viandante, dando la impresión de que en ese pedazo de acera el tiempo se estira extraordinariamente, se roza la eternidad.

jueves, 30 de agosto de 2012

Para un taller de brevedades - 3


Cierto día, en la cafetería del parque Lage, escuché un trecho de la conversación de la mesa de al lado: una escritora de guiones para telenovelas le comentaba a alguien que había desarrollado una técnica de escritura itinerante. Que cada día se sentaba a escribir en un lugar diferente de Río de Janeiro. Y que le estaba funcionando.


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