Todo el que haya vivido un tiempo en Zaragoza sabe perfectamente que en esta ciudad existe una esquina lenta. Un lugar muy céntrico en el que la disposición de los edificios provoca una peculiar concentración del viento que casi impide caminar, que frena radicalmente los pasos del viandante, dando la impresión de que en ese pedazo de acera el tiempo se estira extraordinariamente, se roza la eternidad.

jueves, 30 de agosto de 2012

Para un taller de brevedades - 4



Desde el Romanticismo, el arte ya no es la imitación lo más fiel y perfecta posible de este mundo, sino la creación de mundos nuevos. Ya no interesan los modelos o moldes, sino la originalidad, el punto de vista novedoso, inaudito. El pensamiento anómalo.

Por eso, durante todo el siglo XX, y también en nuestros días, la genialidad artística no tiene contornos definidos, y se confunde inevitablemente con la locura. Estudios contemporáneos se preguntan incluso si la creación es un indicio o síntoma de enfermedad mental. Si la creación artística es en efecto una enfermedad, cabe preguntarse: ¿es contagiosa o genética? Y si es transmisible entre personas, ¿es deseable o perniciosa su propagación?


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